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GI-Repair - Salud digestiva 190g
GI Repair Formula Avanzada
Indicaciones y usos:
Ayuda a mejorar la permeabilidad intestinal, reduce la inflamación de la mucosa gástrica e intestinal. Ayuda a mejorar las úlceras pépticas. Ayuda a mejorar la consistencia de las heces, la eficiencia del vaciado gástrico y el peristaltismo. Promueve la flora intestinal beneficiosa. Puede ayudar a reducir el volumen de la vesícula biliar y promover la salud de la vesícula biliar.
Ingredientes: L-glutamina, pectina de manzana, N-acetil D-glucosamina, aroma natural a fruta, aroma natural a limón, extracto de raíz de regaliz (Glycyrrhiza glabra), raíz de malvavisco (Althaea officinalis), extracto de raíz de olmo rojo (Ulmus rubra), extracto de resina de Boswellia serrata, quercetina, extracto de raíz de cúrcuma (Curcuma longa), L-carnosina (de zinc), extracto de rizoma de jengibre (Zingiber officinale), edulcorante (glucósidos de esteviol, de Stevia rebaudiana).
FORMULA
Información nutricional: por cada 1 cucharilla (6,3 g)
- L-glutamina 1.500 mg
- Pectina de manzana 1.000 mg
- N-acetil D-glucosamina 1.000 mg
- Regaliz desglicirrizado (Glycyrrhiza glabra) 400 mg
- Malvavisco (Althaea officinalis) 325 mg
- Olmo rojo (Ulmus rubra) 250 mg
- Boswellia (Boswellia serrata) (70% ác. orgánicos, 35% ác. boswélico) 200 mg
- Quercetina 100 mg
- Cúrcuma (Curcuma longa) (95% curcuminoides**) 100 mg
- L-carnosina (de zinc) 75 mg
- Jengibre (Zingiber officinale) (5% gingeroles) 50 mg
**Proporcionando curcumina I, demetoxicurcumina y bisdemetoxicurcumina.
Dosis recomendada 1 cucharilla dosificadora (llenar hasta la marca de 10 ml) al día disuelta en un vaso de agua o zumo. Tomar con comida. Preferiblemente espaciar la toma de medicación.
Advertencias:
Consultar con el profesional en caso de embarazo o lactancia, si está en tratamiento con anticoagulantes o antiplaquetarios; o si presenta cálculos biliares, obstrucción de las vías biliares, úlceras estomacales o exceso de ácido estomacal. Reacciones adversas conocidas: hipersensibilidad, como alergia; en cuyo caso, suspenda su uso. Algunas personas pueden experimentar molestias/alteraciones gastrointestinales.
Información complementaria:
El eje intestino-cerebro es responsable de la comunicación entre el intestino y el sistema nervioso central, influyendo en la cognición y la salud emocional y mental. Los trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable (SII), la dispepsia, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn pueden afectar gravemente la calidad de vida y la mortalidad. Los enfoques terapéuticos naturales proporcionan un modo de recuperación suave, con efectos secundarios mínimos. Muchos de estos ingredientes, como el jengibre, el malvavisco, la curcumina y el regaliz, se han utilizado en la medicina tradicional desde la antigüedad por sus propiedades curativas del intestino. Nuevos estudios clínicos han establecido su potencial terapéutico para mitigar los trastornos gastrointestinales. La evidencia sugiere que estos ingredientes pueden reducir la inflamación de las mucosas, mejorar el vaciado gástrico y ayudar a promover la flora microbiana intestinal beneficiosa (1).
L-GLUTAMINA: es el aminoácido más predominante en la sangre, el músculo esquelético y la reserva de aminoácidos libres. Es un nutriente clave para el intestino, donde se utiliza el 30% del total de glutamina (2,3). Las uniones estrechas son estructuras dinámicas que comprenden varias proteínas que sellan el espacio entre las células que forman el epitelio intestinal para crear una barrera física entre las células epiteliales y endoteliales (3,4). Son fundamentales para regular el transporte de nutrientes hacia las células de la mucosa ajustando su tensión en respuesta a diversos estímulos y evitar la entrada de sustancias potencialmente perjudiciales (3,4). En diversas patologías intestinales, incluida la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y la enfermedad celíaca, se ha demostrado que el mantenimiento de la permeabilidad intestinal mediante proteínas de unión estrecha es esencial para un tratamiento eficaz (3). La evidencia científica muestra que la suplementación con glutamina es muy útil en personas con una permeabilidad intestinal deteriorada al mejorar la expresión de proteínas de unión estrecha. Está bien establecido que la glutamina modula la expresión de proteínas de unión estrecha, además de su efecto antiinflamatorio al influir en varias vías de señalización inflamatoria como la supresión de la activación de la vía NF-kB, la inhibición de la activación STAT y la expresión de citoquinas inflamatorias como IL-6 e IL-8 en los tejidos intestinales (3). En artículo de revisión sistemática, se demostró que las dietas enriquecidas con glutamina mejoran significativamente los aspectos inmunológicos en pacientes con traumatismos y alivian la mucositis en pacientes post-quimioterapia (5,6).
PECTINA: es una fibra dietética soluble presente en muchas frutas y verduras, más comúnmente en manzanas, patatas, remolacha azucarera y cítricos. Estructuralmente, las fibras de pectina consisten en segmentos ramificados de ramnogalacturonanos y segmentos lineales de homogalacturonano (1,4-D-galacturonano) (7). Los estudios en animales han demostrado los efectos protectores de la pectina sobre la barrera intestinal. La suplementación con pectina redujo la producción de citocinas proinflamatorias como IL-1β, IL-6 y TNF-α; así como la regulación positiva de las proteínas responsables de la integridad intestinal, como la zonulina, la ocludina y los péptidos antimicrobianos β-defensina-1 (DEFB1) (8). Estos parámetros moduladores, a su vez, han demostrado una reducción en la acumulación de grasa y una mejora en el aumento de peso en modelos animales obesos (9). Un ensayo controlado aleatorio mostró que la administración de 24 g de pectina durante 6 semanas a 46 pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) mostró una reducción de los síntomas y una mejor composición bacteriana fecal, lo que indica los beneficios prebióticos de la pectina (10). La suplementación con pectina (fórmula enteral: pectina líquida 2:1) durante 4 semanas a 18 niños que padecían parálisis cerebral redujo significativamente el reflujo gástrico y mejoró el pH esofágico (11).
N-ACETIL D-GLUCOSAMINA: los glucosaminoglicanos son polisacáridos lineales largos que tienen diversas funciones fisiológicas en el cuerpo, especialmente unidos a la mucina ayudan a formar una barrera protectora que separa las bacterias del epitelio intestinal. La inflamación de las superficies mucosas provoca la descomposición de los glicosaminoglicanos, específicamente en personas con EII. La N-acetil D-glucosamina (NAG) es un amino azúcar precursor natural para la síntesis de glicosaminoglicanos epiteliales, incorporado directamente en glicosaminoglicanos y glicoproteínas, como sustrato para los mecanismos de reparación de tejidos (12). Este efecto protector ayuda a mitigar varios síntomas de la EII, como se demostró en un estudio clínico abierto. Los pacientes que padecían EII (n = 64) al recibir 6 g de NAG al día durante 4 semanas informaron una mejoría significativa en los síntomas y tuvieron una reducción en el dolor abdominal, diarrea con sangrado rectal y náuseas (13). La NAG también muestra potencial para mejorar otras afecciones inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La administración de 3 a 6 g diarios de NAG a 12 niños que padecían enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa mostró una mejoría sintomática en ocho de ellos, con un aumento de glucosaminoglucanos y NAG intracelular en las evaluaciones histológicas (14).
REGALIZ DESGLICIRRIZADO (Glycyrrhiza glabra): las raíces y los rizomas del regaliz se han utilizado en el tratamiento de los trastornos gastrointestinales durante siglos en la medicina tradicional. Glycyrrhiza glabra es conocida por sus propiedades antimicrobianas, hepatoprotectoras, antioxidantes y laxantes (15). Los estudios en animales han demostrado que, además de la glicirricina, ciertos flavonoides en el DGL también tienen un efecto bactericida sobre el Helicobactor pylori, lo que ayuda a explicar el mecanismo de acción detrás de sus propiedades antiulcerosas. El regaliz desglicirrizado puede contribuir a un mayor número de células secretoras de mucosa, aumentando así los niveles de mucina (16,17). La suplementación con 75 mg dos veces al día de regaliz desglicirrizado durante 30 días en 25 pacientes con dispepsia mostró una mejoría significativa de los síntomas de la dispepsia y fue bien tolerada (15).
MALVAVISCO (Althaea officinalis): La raíz de malvavisco se ha utilizado en la medicina tradicional para aliviar los trastornos gastrointestinales y tratar las úlceras (18). El malvavisco es rico en pectinas, mucílagos (polisacáridos coloidalmente solubles, mezcla de arabinogalactanos, galacturonoramnanos y glucanos) y flavonoides (18). La suplementación con extracto de malvavisco (100 mg/kg/día) durante 14 días mejoró significativamente la condición macroscópica, bioquímica e histológica de la úlcera péptica en ratas (19). Faltan estudios clínicos del malvavisco sobre trastornos gastrointestinales y están justificados para evaluar su potencial terapéutico dada la evidencia tradicional y preclínica.
OLMO ROJO (Ulmus rubra): es una especie de olmo que tiene efectos beneficiosos sobre el malestar gastrointestinal. En un estudio piloto que analizó una formulación a base de hierbas que contenía olmo rojo administrada a 31 pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) durante 3 semanas, la formulación pareció aliviar algunos síntomas de la EII (20). Otro estudio específico in vitro demostró que el olmo rojo tiene un efecto antiinflamatorio dosis-dependiente en las células del colon aisladas de pacientes que padecen colitis ulcerosa. El efecto del olmo rojo fue comparable a la del ácido 5-aminosalicílico (21). Estudios adicionales, especialmente ensayos clínicos en humanos, deberían ayudar a dilucidar completamente los efectos beneficiosos del olmo rojo.
BOSWELLIA (Boswellia serrata): los ácidos boswélicos son los componentes terapéuticos activos de Boswellia serrata, que se ha utilizado por sus propiedades antiinflamatorias desde la antigüedad. Varios estudios in vitro y en animales han demostrado el potencial de la boswellia como agente antiinflamatorio en el tratamiento de la EII (22). La administración de 350 mg tres veces al día durante 6 semanas a pacientes con colitis ulcerosa mostró una mejora en las heces, la microscopía de exploración de las biopsias rectales y la histopatología (23). Los efectos terapéuticos de la boswellia en el tratamiento de la enfermedad de Crohn (EC) fueron comparables con la mesalazina (derivado del ácido 5-aminosalicílico, el tratamiento estándar para la EC), cuando se administró extracto de boswellia a 44 pacientes con enfermedad de Crohn y se comparó con 39 pacientes tratados. con mesalazina (24). Otro estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo demostró que la administración de 400 mg de extracto de boswellia tres veces al día durante 6 semanas a 25 pacientes con colitis colágena pareció mostrar una mejoría clínica de la colitis colágena (25).
QUERCETINA: los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de la quercetina son bien conocidos. Estudios recientes han establecido con éxito los beneficios gastroprotectores de estas propiedades. En un estudio clínico aleatorizado, doble ciego realizado con 60 participantes durante 8 semanas, la suplementación con 500 mg de quercetina y vitamina C redujo significativamente el estrés oxidativo y los biomarcadores inflamatorios, incluida la proteína C reactiva y la interleucina-6 (26). Un estudio poblacional realizado en Suecia con 505 pacientes demostró que la ingesta elevada de quercetina a través de la dieta se asociaba con un menor riesgo de desarrollar un crecimiento celular anormal en el revestimiento gástrico; La quercetina ejerció particularmente un efecto protector contra el estrés oxidativo (27).
CÚRCUMA (Curcuma longa): se sabe que la curcumina promueve la salud del colon al desempeñar un papel clave al modular las citocinas proinflamatorias NF-κB y la vía de señalización IL-6/STAT3 y podría ser terapéuticamente útil en varias enfermedades inflamatorias del colon, como la EII (28). Dos estudios clínicos han evaluado el uso de curcumina en la EII en 99 pacientes con colitis ulcerosa (CU) y enfermedad de Chron (EC) (28,29). Como complemento a la terapia convencional (sulfasalazina, mesalamina o corticosteroides), se ha demostrado que la curcumina en dosis de 1.100 a 2.000 mg/día durante 2 a 6 meses mejora significativamente los síntomas en pacientes con CU/EC en comparación con el placebo. y permitió reducir la dosis de corticosteroides o derivados de 5-ASA (28,29). Los investigadores informaron que, en el pequeño estudio de 10 pacientes, algunos pacientes incluso dejaron de tomar corticosteroides o 5-ASA (28). Los investigadores también observaron que la curcumina tenía mejor eficacia clínica que el placebo en la prevención de recaídas y era bien tolerada (29). Según esta evidencia, la curcumina podría ser una terapia prometedora y segura para mantener la remisión en pacientes con EII y puede usarse para la reducción de esteroides en colitis leve a moderada o como complemento para mantener la remisión en pacientes que no responden a los inmunomoduladores. Se ha observado un beneficio adicional de la curcumina sobre la salud y el funcionamiento de la vesícula biliar. La suplementación con 20 mg de curcumina mostró una reducción significativa en el volumen de la vesícula biliar observada por ultrasonido 2 horas después de la administración, un indicador positivo para promover la salud de la vesícula biliar y prevenir los cálculos en la vesícula biliar (30).
L-CARNOSINA (DE ZINC): el zinc L-carnosina (ZnC) es un compuesto quelado que contiene L-carnosina y zinc. El ZnC es quizás mejor conocido por su uso aprobado en Japón para el tratamiento de las úlceras de estómago. En un estudio aleatorizado, controlado y doble ciego, 258 sujetos con úlceras estomacales confirmadas fueron asignados al azar para recibir 150 mg de ZnC al día, un placebo, 800 mg de clorhidrato de cetraxato (un conocido agente protector de las mucosas) o un placebo durante 8 semanas. Se realizó una endoscopia antes y después del tratamiento y se recogieron medidas subjetivas de los síntomas. Los síntomas mejoraron un 61% en la categoría de mejoría marcada en el grupo de ZnC y un 61,5% en el grupo de cetraxato a las 4 semanas. A las 8 semanas, el grupo de ZnC aumentó al 75% y mejoró notablemente en comparación con el 72% del grupo de cetraxato. La tasa de curación endoscópica fue del 26,3% en el grupo de ZnC y del 16,2% en el grupo de cetraxato a las 4 semanas y del 60,4% en el grupo de ZnC y del 46,2% en el grupo de cetraxato a las 8 semanas. Esto sugiere que el ZnC puede proporcionar un alivio superior de los síntomas y una mejora de las úlceras gástricas en comparación con el cetraxato (31). Otro estudio realizado por el mismo grupo que utilizó 50, 75 o 100 mg de ZnC dos veces al día mostró una mejoría en los síntomas y la tasa de curación endoscópica en las tres dosis (32).
JENGIBRE (Zingiber officinale): se ha utilizado como remedio herbario tradicional desde la antigüedad por su potencial terapéutico contra la dispepsia, las flatulencias y la diarrea. Ensayos clínicos recientes también muestran el impacto del jengibre en el vaciado y la motilidad gástricos. Cuando se midieron el vaciamiento gástrico y las contracciones antrales (contraciones en la parte distal del estómago para su vaciado en el duodeno) en 24 individuos sanos durante 90 minutos después de la ingesta de 1.200 mg de jengibre en cápsulas, se encontró que la media de vaciamiento gástrico disminuyó significativamente, acompañado de mayores contracciones antrales (33). Se observaron resultados similares en un ensayo aleatorio doble ciego realizado con 11 pacientes con dispepsia funcional, donde la ingesta de 1.200 mg de jengibre mostró una mayor tasa de vaciado gástrico y mejores contracciones antrales (34).
SINERGISMO PARA UNA EFICACIA ÓPTIMA GI-Repair contiene ingredientes elegidos específicamente para combatir la inflamación de las mucosas, controlar las úlceras estomacales, mejorar la motilidad gástrica y ayudar a que las bacterias intestinales beneficiosas prosperen. La evidencia de las investigaciones sugiere que una combinación de ingredientes clave como el olmo rojo, el regaliz, el malvavisco y el jengibre pueden proporcionar en conjunto un enfoque integral para reparar el tracto digestivo y promover el buen funcionamiento del intestino (19,20).